Talveceándose
Y compré otro vestido pensando en si algún día me verías en él. Es la verdad, es verdad y me provoca algo de risa, al menos una mueca divertida. Porque de nada importa, me gustan simplemente las imaginaciones de un par que jamás tendrá algo que ver en la vida real porque nunca más tendrá que verse. Estoy más alta, ¿te conté? No, porque no hemos hablado. Es que no le hablo a alguien en particular, es que escribo y sé que saben pero no lo platicamos. Esto de la tecnología de la comunicación parece enseñarnos a estar más lejos sin extrañarnos, fingiendo que nos seguimos de cerca cuando sólo se nos facilita correr hacia lados contrarios. Llega la noche y la cama queda estrecha y el techo ya ni forma olas. Así es. La vida se transforma y una vez dije 'Son sólo unos años' aunque en tres meses esta historia daba un triple giro mortal y yo hacia todo menos negarme. Si te cuento algo, serán cuentos. Nada de vidas adornadas ni corazones rotos ni sueños de grandeza. Son sólo días, uno a uno llenan de poquito a poco, mas vistos todos juntos forman un caleidoscopio de pensamientos contradictorios, decisiones cambiantes y un montón de peinados nuevos sobre la cabeza de una mujer que nunca se acostumbra a sí misma.
Dejar ir para dejar volver. Pero, si giramos como voladores de Papantla: cada vez más lejos unos de otros , más cerca del piso y todos de cabeza. En ocasiones es el futuro el que nos ata al pasado. Pretendiendo olvidar, uno se descuida el presente y le entra el miedo al futuro. La gente se ve mejor sin tanto itacate, no sé. Rara vez sé, la mayoría de las veces sólo arriesgo, le apuesto a la intuición y luego busco explicaciones y argumentos para evitarles el susto a los demás. Al final el susto les cae como agua helada a medio baño burbujeante. Dicen que pierdo el tiempo. También me calculan 5 años menos. Lo peor de los casos es lo que imaginamos. Hay que estar preparados para lo peor, y cuando lo que llega es lo mejor se nos va de las manos -no porque no lo mereciéramos- simplemente porque no nos lo esperábamos, así, a esas horas y justo frente a nuestros ojos, ojos algo entrecerrados. Lo mejor de cualquier caso es la intención del corazón con la que actuamos, sin importar los resultados. En lo puro hay semilla de futuro.
Estas paredes están aseguradas contra acrílico, gouache y acuarela. La cama sigue sin alas, tenía ganas de pintarlas. A lo que voy es, que uno no puede decirle adiós al lugar que siempre temió pisar, que uno no puede despedirse de a quien nunca supo cómo saludar. Y, si será así la vida, habrá paredes lisas y aburridas por doquier, habrá personas con las manos frías y sin extrañar bebiendo solas un café.
Me gustan los vestidos blancos,
Dejar ir para dejar volver. Pero, si giramos como voladores de Papantla: cada vez más lejos unos de otros , más cerca del piso y todos de cabeza. En ocasiones es el futuro el que nos ata al pasado. Pretendiendo olvidar, uno se descuida el presente y le entra el miedo al futuro. La gente se ve mejor sin tanto itacate, no sé. Rara vez sé, la mayoría de las veces sólo arriesgo, le apuesto a la intuición y luego busco explicaciones y argumentos para evitarles el susto a los demás. Al final el susto les cae como agua helada a medio baño burbujeante. Dicen que pierdo el tiempo. También me calculan 5 años menos. Lo peor de los casos es lo que imaginamos. Hay que estar preparados para lo peor, y cuando lo que llega es lo mejor se nos va de las manos -no porque no lo mereciéramos- simplemente porque no nos lo esperábamos, así, a esas horas y justo frente a nuestros ojos, ojos algo entrecerrados. Lo mejor de cualquier caso es la intención del corazón con la que actuamos, sin importar los resultados. En lo puro hay semilla de futuro.
Estas paredes están aseguradas contra acrílico, gouache y acuarela. La cama sigue sin alas, tenía ganas de pintarlas. A lo que voy es, que uno no puede decirle adiós al lugar que siempre temió pisar, que uno no puede despedirse de a quien nunca supo cómo saludar. Y, si será así la vida, habrá paredes lisas y aburridas por doquier, habrá personas con las manos frías y sin extrañar bebiendo solas un café.
Me gustan los vestidos blancos,
" " " " largos,
" " " " bordados y
la gente que va de paso.
Tal vez el vestido lo compré
simplemente porque me gusta verme con él.
simplemente porque me gusta verme con él.