Artificios y oficios de arte

Sirena:

Te cambian los planes como al viento la dirección. El destino es lo único fijo y seguro en esta vida en que respiras porque el rumbo se te ha convertido en gira musical. La verdad es que ha sido difícil, mas son esas mismas complicaciones las que indican que vale la pena seguir. Soñar con una vida sencilla nada tiene que ver con haberse conformado sino todo lo contrario. 

Quizá ignoran que seguir los estándares es para ti un desafío, no imposible pero sí insoportable; que se te rebela el corazón, que se te confunden los ánimos, que te retan la razón y te reclama el alma. Se te viene la tempestad por dentro y la marea alta ahoga tu alegría, una noche te llueven los ojos y a la mañana siguiente se te marchita la mirada. Lo intentamos, sirena, esta fue la tercera pero no fue la vencida. Seguimos forasteras, pero esta vez -al menos ésta última- hemos decidido serlo a consciencia; sin entregarnos al exilio, sin volvernos prisioneras de una guerra que jamás estaremos convencidas de luchar. Y si esta libertad nos cuesta el honor, la buena fama, el buen nombre, el reconocimiento, un fuerte aplauso, tres diplomas, unos cuantos ceros a la derecha en un cheque y un matrimonio conveniente: Que sea. Pues, si aquello han podido llevárselo con su buena opinión de ti, ha de haber sido  asunto de poca importancia y a cambio te ha quedado la seguridad de que nunca serás víctima de carga tan absurda. ¿Qué significa tu nombre en labios que carecen de amor? No eres tú de quien hablan, sirena, no eres tú a quien gritan ni eres tú a quien amenazan. Y te culpan de miedo, mediocridad, inconstancia, desagradecimiento. Y te repiten mil veces que no pueden creerlo. También nosotras nos hemos visto tentadas a dejar de creernos, mas nos ha detenido gente que con voz serena y sonrisa relajada te ha dicho: Yo sí te creo, ve y haz arte. 

Hagámoslo, sirena. La mejor manera de iniciarse en la pobreza es compartirse a uno mismo con los demás y por entregarse de tal modo, ¿cuándo se ha visto pago suficiente? Hazlo, sirena, día a día. No quieras tener más, si de lo que siempre has tenido, te sobra. Poco a poco nos iremos despojando de las cadenas que nos enseñaron a forjar para agradar a los demás. Hazlo, sirena. ¿Qué tan lejos tendrás que ir para sentir que ya has llegado? Jamás podremos volver a dar cuentas de lo que estamos viviendo si no hay mapa que lleve trazado nuestro recorrido, si no hay tesoro que queramos encontrar más que el de nadar/caminar/volar por donde nos guíe el corazón que es el único que sabe en todo momento para donde es seguir de frente y para donde es que uno se vende. Ese todo que quieres, es nada para ellos. Nunca nos entenderemos.

¿Cómo es que esperabas un camino liso y llano si Aquel a quien sigues, aun siendo el más libre y el más descalzo, fue apresado y caminó solitario? ¿Y cómo esperan otros que le des la espalda y lo olvides si el corazón tuyo no lo ha robado, sino ha sido Él quien te lo ha dado? 

Si uno más uno es dos, es resultado que me da igual. 

Cuando dos sea igual a uno, cuando dos sean uno,
                                              ese día me voy a quedar
                                              pues será señal de amor-libertad.

He de confesar que todo esto hace parecer que no sé contar, tal vez sea verdad.
¿A qué puedo estar renunciando si después de todo amor puro es lo que he conservado?

Ellos me declaran en bancarrota.
Yo me declaro la paz. 

Mí misma

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