La verdad sobre la quiromancia y otras magias
Las manos llenas de nada y nada es tan pesada cadena. Saberse pobre y alcanzar la plenitud o creerse pleno y caer en la pobreza. Es la trascendencia del vaso medio vacío o medio lleno, respectivamente. Que si creo que con las manos cerradas es más lo que poseo, que si creo que dentro de mis puños caben el mundo y sus luceros, que si creo que mis nudillos deben aprisionar todo lo que veo frente a mí, lo único que estaré soltando es mi libertad. La auténtica riqueza jamás se encuentra entre redes, aquello que en realidad es nuestro nunca será hallado dentro de una trampa, nada que nos pertenezca requiere estar tras un candado.
¿Cuánto vale el pájaro en mano si lo suyo es estar volando?
Ahí está la mentira: creerse con las manos bien llenas y con derecho a no dar.
Quizá repletas de disculpas que nunca ofrecimos, de palabras que se quedaron sin hablar, del rencor que fingiste no guardar, de la venganza que simulas no planear, del amor que te rehusas a dar pero te permites ostentar como propiedad. Manos desbordantes de ofensas que piensas un día desquitar, de errores ajenos que aún no te cansas de señalar, del maltrato que elegiste recibir de los demás.
¿Cuánto de eso te pertenece? ¿Cuánto más estás dispuesto a a acarrear?
¿Cuántas veces más gritarás que es tuyo lo que nunca debiste tomar?
Esta es la verdad: tengo las manos vacías.
¿Querría más? ¿Es que no es suficiente tener con qué recibir y con qué dar?
Tal vez el día que nos atrevamos a soltar toda esa nada y miremos nuestras manos desnudas, descubramos que temimos en vano que alguien leyera en ellas nuestro destino. Pues unas palmas curtidas por la avaricia y la soberbia requieren de una humildad profunda para corregir las líneas de la vida que dejó de escribirse en el justo momento en que, buscando tener todo lo que querías, dejaste de querer todo lo que tenías.
En manos cerradas ya nada respira, así que es fácil leer vida en manos abiertas y vacías.
La ansiedad no es más que esperanza sofocada.
¿Cuándo has visto algo desaparecer
de una mano franca y despejada
en un truco de magia?