Complejo de Rapunzel
Esta es la vida que yo no quise: se metió por las rendijas de mis miedos, se inventa monstruos en la obscuridad y es siempre —siempre— narrada por una voz de niña que es dulce en la superficie porque esconde unas ganas tremendas de gritar. Docenas de veces al día mi boca pronuncia losientos que son a veces una disculpa y otras un aviso. Aviso de que no puedo sacarme de la piel lo que me has dicho y que tendré que salir corriendo para sudarlo o ir a esconderme para llorarlo, pero que igual no me quedaré más aquí.
Y dirás que soy maravillosa y lanzarás besos al aire y otros me los impondrás en la boca y tomarás mi mano si necesitas mi fuerza y la soltarás cuando busco compañía y tomarás mi cintura en primavera y me darás la espalda aunque no la quiera y admirarás mis piernas los días que uso falda y competirás con ellas cuando hagamos carreras y acariciarás mis pies cuando esté descalza y los condenarás cuando me vaya. Y cada vez que nos veamos dirás que mi cabello es más largo y será verdad. Pero ya no me pregunto si te gusto, ser tu amante y ser una desconocida da lo mismo porque no escuchas las historias de este corazón que quiere latir 1 de cada 3 veces por ti. Y tendré que digerir la sensación de mariposas cuando veo tu cara que es tan guapa, que me hace olvidar el título del Manifiesto de Rebeldía que escribo de memoria cada noche al volver a casa y en el cual se estipula todo lo que empiezo a dudar cuando me hablas y tu voz se sobrepone a la mía porque tienes la seguridad de que si no te sonrío es porque algo no he entendido.
No soy miserable, a veces me haces la tarde un poquito más triste con tus instrucciones de cómo ser la mujer, la mujer que amarías si no estuvieras comprometido con tu narcisismo y durmieras todas las noches con esa depresión profunda que llevas posponiendo desde hace 7 años porque no sale bien en las fotografías. Eres una compañía extraordinaria y no quiero pasar mi vida soñando contigo si la realidad la vendes por separado, tampoco quiero primera fila en tus conciertos sobre lo memorable de nuestro encuentro si ya ni soportas pronunciar mi nombre con acento. No soy ningun misterio, sólo un montón de silencios y miradas bajas por temor a llamar la atención, por eso uso mi cabello como velo, para cubrir mi rostro cansado y no decepcionar a otros como tú, que esperan a una muchacha risueña cada que ven mi ropa color las-mil-y-una-noches y, en cambio, descubren una mujer que es puras preguntas y veladas eternas envueltas en piel morena. Estoy bien con mi soledad hasta en los fines de semana, he compuesto canciones que cantan a coro los pájaros, he pintado retratos de las caras ambiguas de mujeres sabias, he indagado en la injusticia que parte tantos corazones y he escrito más cosas como esta.
Esta es la vida que yo no quise: me he cansado de intentar vivirla y no quiero conmigo una melena harta de alimentarse de pensamientos catastróficos. Quiero una nueva, quiero guardar cumplidos en cada mechón para resistir los momentos en que me pregunto de qué vale tanta complicación. ¿He sido amada? Seguro que algunos días lo fui. ¿Tendré el valor de ser bella? Quizá en unos años, pero al menos ya he comenzado. ¿Se acabará el miedo? Cuando me perdone haberme quedado sin voluntad cada vez que un hombre me tomó en sus brazos para mostrarme cómo se me debe amar. ¿Y después, hay libertad? Ojalá.
Será mejor, después será mejor.
Esta es la vida que yo no quise: me he cansado de intentar vivirla y no quiero conmigo una melena harta de alimentarse de pensamientos catastróficos. Quiero una nueva, quiero guardar cumplidos en cada mechón para resistir los momentos en que me pregunto de qué vale tanta complicación. ¿He sido amada? Seguro que algunos días lo fui. ¿Tendré el valor de ser bella? Quizá en unos años, pero al menos ya he comenzado. ¿Se acabará el miedo? Cuando me perdone haberme quedado sin voluntad cada vez que un hombre me tomó en sus brazos para mostrarme cómo se me debe amar. ¿Y después, hay libertad? Ojalá.
Será mejor, después será mejor.