Guapito

Sigo con el corazón lleno de ti, dejaste sin espacio a las dudas y a los miedos. ¡Canto que sí todo el tiempo! Y eso que no estás más, quizá si te quedabas me endeudaba con la felicidad. Despertar es estarte esperando, soñarte es tomar prestada la posibilidad de volver a lo-que-sea-contigo. Lo que sea, confío, porque juntos es todo tan lindo. Hasta esto de extrañarte es bellísimo, yo que tanto evité atarme, ¿pero será atarse ser tan unidos? Extrañarte: extra-amarte. Que si tardé en comenzar a amarte es porque intuí que sería algo de nunca acabar. Mi alma desconoce el final, por eso de que vive desde ya la eternidad. Que seas la persona a quien veo al cerrar la puerta del refrigerador cuando preparo el desayuno, sería un deseo cumplido.

Tu voz es el soundtrack de un paraíso semanal con recuerdos para tres meses y el cambio de estación. Me entran las ganas de ir por ti y lo hago, caminando. Esto no es algo de 'yo por mi lado y tú por el tuyo', sabemos bien que nuestro lado es el mismo pero con rumbos distintos. Cada quien su llamado, para purificarnos, para ser sin bemoles ni sostenidos: para ser un Yo mayor cuando estemos juntos. Y estamos juntos ya porque lo queremos ahora mismo y si- además- el Dador de la Vida nos concede una vida con la posibilidad de tomarnos de la mano con la misma frecuencia con que cantamos, seremos amantes y hermanos.

Eres la playa para llevar, llévamecontigo. Eres el verano a domicilio. Y hay quienes se alegran de sentir protección, pero caminando a tu lado ni siquiera llega el peligro porque contigo el amor es ley y nada más quise -ni querré-. Aunque jamás volvieras y, aunque lo hicieras, aunque después te fueras. Abriste mi corazón a lo que nunca busqué y encontré el universo más bello envuelto en tu piel. Desde que tú, despierto del lado asoleado y reconozco mi orígen divino intacto. Nadie es lo contrario de este amor puro y compartido, pero unos rechazan ser invitados y otros aclaman que esto nunca ha existido. Que has sido tan hombre como ninguno que haya visto porque viviste conmigo de a poquito, sin estrategias, sin sospechas, sin jugadas, sin promesas: viniste corriendo y de frente y con un par de ojos bonitos y una guitarra sobre la espalda y el cielo en tus cabellos y el pecho abierto y el alma clara y la vida pura y la voz alta y el beso en la boca y la flor en la mañana.




Sin prometer amor
diste infinito,
en un día bonito.






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