Tomar distancia: uno-dos-tres
Conocerte es como adentrarse en una selva -la lacandona- y sin armas, sin cosas, como desnudo.
Así me dices y te creo, hombre. Deseas saber, intentas comprender, quieres predecir y nada puedes. Te confieso en voz muy baja que así me siento yo también conmigo misma. Justo cuando supe de memoria la fórmula para una vida adecuada, me olvidé de por qué me interesaba el resultado. Llevo ya unos años en modo experimental, han de ser poco más de tres, buscando o siendo encontrada, encontrando o siendo buscada. Ahora me importa, ahora lo ignoro, ahora lo pierdo, ahora me acuerdo. Todo con la única intención de que le de sol a mi corazón tanto como al resto de mi piel, un calor que transforme, como de moreno a bronceado. Así, con esa sutileza, sin tanto alboroto: que ocurra un día a media tarde.